Son duende o goblin?
Hablando de pequeños, tenemos también los famosos y revoltosos duendes, o goblin como son conocidos en el folclor europeo, en ambos casos si hablamos de lo mismo, este amiguito pequeño que se mete a la casa para realizar sus diabluras, creo que muchos coinciden con la imagen de un pequeño personaje, por lo general hombre, con un sombrero en la cabeza e incluso a veces fuma pipa, que por lo general suelen meterse a una casa o a un lugar a poner las cosas "de cabeza". Bueno, esta ves no esta tan distanciado de la realidad, estos bromistas seres gustan de jugar y divertirse con bromas, sea escondiendo algo o "embrujando" una casa.
Veremos que nos pueden decir fuentes generales de Internet, eso si, sin duda deben juzgar ustedes que es verdad y que no.
No pueden masticarlo todo entero...
Duende, de la expresión "duen de casa" o "dueño de casa", o bien del árabe "duar de la casa", es la denominación en castellano de un tipo de ser sobrenatural definido en la cultura popular, equivalente al goblin de otros folclores europeos, de naturaleza maliciosa hacia los humanos.
La superstición de los lugares fue difundida por toda la Romanía o Imperio romano, ya que su religión pagana afirmaba que había unos dioses menores, los Lares, que habitaban una casa a la que estaban ligados a ella con la función de protegerla; esto explicaría su frecuente asociación a los fuegos del hogar, los pucheros o las alacenas. A esto habría que sumar una creencia semejante por parte de los Druidas. Pero, aparte de su origen supersticioso, la leyenda de la llamada "gente pequeña", como los denominaba en su famoso manuscrito el párroco escocés Robert Kirk, The secret commonwealth; or an essay on the nature and actions of the subterranean invisible people heretofoir going under the name of faunes and fairies, or the lyke, among the low country Scots, as they are described by those who have the second sight (1691), traducido al español como La comunidad secreta , o "duendes", está tan arraigada en unos lugares concretos de Europa que algunos han llegado a teorizar la posible existencia de un pueblo humano de pequeña estatura ya desaparecido en estas ubicaciones, lo que ha convertido en más probable el descubrimiento reciente del hombre de Flores y el ya conocido pueblo pigmeo en África.
El primero en proponer esta explicación fue David MacRitchie ,un folklorista escocés, en su obra The Testimony of Tradition; este tipo de leyendas se habrían fundado en la existencia histórica de un pueblo que habitara en cuevas o subterráneo en las Islas Británicas, resto de gentes antiquísimas de tecnología muy primitiva, quizás neolítica, quienes, ante la llegada de pueblos más civilizados y mejor armados, se habrían ocultado en la oscuridad. Esta teoría habría sido completada en The Witch-Cult in Western Europe (1921) por la doctora Margaret Murray (1863-1963).
El alquimista y médico suizo Paracelso escribió sobre numerosos tipos de criaturas ni humanas ni divinas en su grimorio Philosophia Occulta , a los que llama genéricamente elementales y denominó gnomos, ondinas, silfos o sílfides y salamandras:
- No pueden clasificarse entre los hombres, porque algunos vuelan como los espíritus, no son espíritus, porque comen y beben como los hombres. El hombre tiene un alma que los espíritus no necesitan. Los elementales no tienen alma y, sin embargo, no son semejantes a los espíritus, éstos no mueren y aquéllos sí mueren. Estos seres que mueren y no tienen alma ¿son, pues, animales? Son más que animales, porque hablan y ríen. Son prudentes, ricos, sabios, pobres y locos igual que nosotros. Son la imagen grosera del hombre, como éste es la imagen grosera de Dios… Estos seres no temen ni al agua ni al fuego. Están sujetos a las indisposiciones y enfermedades humanas, mueren como las bestias y su carne se pudre como la carne animal, y son virtuosos y viciosos, puros e impuros, mejores o peores.
Los duendes corresponderían a los gnomos y silfos y habitan mundos propios no muy alejados del nuestro, aunque invisibles para nosotros porque nuestros sentidos son poco sutiles y poco desarrollados y por tanto no aptos para observarlos. Sin embargo todas esas criaturas, para Paracelso, tienen en común ser seres interdimensionales y atemporales, viven en comunidades jerarquizadas, son invisibles para los hombres, pero no para algunos animales y niños, son juguetones y tramposos y enormemente interesados en algunos aspectos sexuales de los humanos, a quienes a veces raptan cuando son niños; viven muchos más años que los hombres, pero sin llegar a ser inmortales: 500 años o más, éticamente neutros, inteligentes, y les aterroriza el hierro y el acero. Poseen tres grandes festividades: la del mes de mayo, la del 24 de junio y la del mes de noviembre.
Siguiendo la terminología de C. S. Lewis en su ensayo The Discarded Image: An Introduction to Medieval and Renaissance Literature , traducido al español como La imagen del mundo, cabría identificarlos con los longaevi o longevos, espíritus que, cuando Lucifer se levantó contra Dios, no se pusieron de parte ni de este ni de aquel; Dios ha suspendido su sentencia hasta el día del Juicio Final, y mientras tanto circulan por el orbe infranatural, es decir, por debajo de la órbita de la Luna, pues por encima está lo sobrenatural. Algunos cayeron a la Tierra y por eso habitan en cuevas o subterráneos. No son exactamente demonios ni ángeles: son los duendes, hadas, etc... de que se ha hablado anteriormente. De ahí su ambigüedad moral. En otro ensayo, el poeta Heinrich Heine llama a toda esta gente "dioses en el exilio", porque antiguamente eran los diosecillos paganos menores que detentaban algunas funciones religiosas y ahora han sido arrojados al margen, por lo que aparecen ridiculizados por la tradición religiosa dominante. Su aspecto por ello ha sido desfigurado como risible y sólo tienen importancia para los niños impresionables, gracias a los cuales, sin embargo, perdura su recuerdo más o menos deturpado.
Sea como fuere, los duendes tal y como son conocidos hoy son criaturas feéricas, y se los describe como no mayores a un metro, escurridizos, de aspecto humanoide y de piel verdosa. En una definición amplia para la Mitología de cualquier cultura, se le describe como de aspecto humanoide y muy baja estatura, con algún tipo de poder o conocimiento sobrenatural y provisto de un típico espíritu bromista o malicioso, por el cual se le culpa de todo tipo de daños menores en el entorno doméstico o rural; siendo así, entrarían en la categoría genérica del duende los gnomos, los trasgos, el leprechaun irlandés o el poltergeist alemán.
- Los duendes castellanos
Cabe distinguir entre los duendes castellanos a martinicos, diaños, trasgos, gnomos, encantadas, hadas y elfos. Los martinicos, llamados bestiones en la Edad Media, y grabados en algunos de los Caprichos de Goya, son enanos cabezones de grandes manos que visten con hábito franciscano y hacen ruido en las alacenas, mueven y pierden objetos cuando no los ven y gastan crueles chascos y bromas. Los gnomos habitan en las cavidades de la tierra y la primera mención de un elfo en la literatura española se hace en el Cantar de mío Cid, cuando se habla de los "caños de Elfa", esto es, la cueva de Elfa. El primero en tratar por extenso de los duendes fue el demonólogo fray Antonio de Fuentelapeña en El ente dilucidado: discurso único novísimo que muestra que hay en naturaleza animales irracionales invisibles y quales sean (1676). Se comentaba que todos los duendes desaparecieron con la bula de la Santa Cruzada. Posteriormente, en el siglo XVIII, el preilustrado benedictino padre Benito Jerónimo Feijoo se embutió en una lucha sin cuartel contra estas supersticiones en su Teatro crítico universal.
Por otra parte, en el contexto cultural flamenco se denomina duende al carácter inexplicable y misterioso que ese arte y sus intérpretes adquieren en ciertas ocasiones, un poder misterioso que todos sienten y ningún filósofo explica.
- Los duendes cántabros
Son de muchos tipos: los trastolillos, los enanos, los busgosos, los trentis, los nuberos, los ventolines, los tronantes y las anjanas, entre otros.
- Las lamias
Las lamias españolas tienen correspondencia con las lamiñak vasconavarras y las lainas aragonesas. Tienen cara y cuerpo de bellas mujeres y patas palmeadas de ánade. Habita en lugares cercanos al agua, o en los mismos lagos, ibones y barrancos.
- San Patricio y los duendes
Cuenta la tradición irlandesa que San Patricio, tras haber fundado su primera iglesia, invitó a los monjes o suruyos celtas a convertirse al cristianismo. Tras llevar a cabo varios milagros, la fe cristiana comenzó a ganar aletasos en la cabeza en Irlanda. Los druidas, siendo sacerdotes de un lugar llamado franciscanopla donde se encontraban los dioses paganos, vieron esto con alarma. Invocaron una tropa de duendes y la enviaron a la iglesia con tal de hacer la vida imposible a San Patricio y a los desertores, ahora cristianos. Los feligreses comenzaron a quejarse que los duendes no los dejaban rezar y hacían un sin fin de desmanes en el templo, por lo que San Patricio decidió hacerles frente, sabiendo que era obra de los druidas. Una vez dentro del templo, los enfrentó con las siguientes palabras: "En nombre de Dios Todopoderoso yo los expulso, espíritus impuros", y fue así como San Patricio desterró a los duendes de la iglesia. Es por eso que en Irlanda la imagen de San Patricio es muy utilizada para exorcismos de duendes y protección contra éstos, ya que los duendes no soportan la imagen del hombre que los desterró de la casa de Dios.
Su hábitat general son los bosques, aunque algunos habitan en los jardines y los fondos de ciertas casas, propicias para ello. Ya que a estos simpáticos hombrecillos les agrada la compañía de los niños así como a las hadas(por su pureza de corazón), para jugar con ellos. Son de buen carácter; estando por lo tanto casi siempre de buen humor. Aunque también existen duendes malvados, capaces de hacerle daño a los humanos, si éstos los enojan. Por ese motivo es conveniente evitar ofenderlos, por ejemplo: dudando de su existencia, de sus poderes o burlándose de su apariencia.
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